Clasificadoras mantienen puntuación estable de cementeras, pero prevén problemas de despachos y liquidez para este año
ICR Chile como Humphreys sostienen que mientras no se estabilicen los indicadores macroeconómicos, estos índices continuarán dificultado el negocio.
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Las principales cementeras que operan en el país finalizaron el 2022 con un importante retroceso en los despachos de cemento y hormigón a causa de las complejidades que aún afectan al sector construcción. Y si bien, durante el primer trimestre del 2023 las ventas de estos insumos se mantuvo, en general, a la baja, y las proyecciones indican que los despachos podrían continuar afectados en lo que resta del año, las clasificadoras de riesgo que constantemente evalúan a firmas como Cementos Bío Bío y Cemento Polpaico, han mantenido la asignación de una categoría estable debido a estrategias como la diversificación de negocios por parte de estas compañías.
Según el último informe de riesgo emitido por ICR Chile a finales de mayo de este año, la clasificadora ratificó en categoría AA-/Estable la solvencia y bonos de Cementos Bío Bío. Esto, sustentado en “el desempeño operacional y financiero de la compañía durante 2022” y a la solidez del segmento cal que “otorgó estabilidad a los resultados, permitiéndole mantener niveles de EBITDA todavía por sobre los obtenidos en 2018, 2019 y 2020, y compensar así la disminución en los volúmenes comercializados en el segmento de cemento y hormigones”.
Y el informe indica que “si bien, sus indicadores de cobertura se debilitaron respecto de 2021, debido principalmente a mayores costos de operación, consideramos que este debilitamiento tendría un carácter transitorio, dado que las expectativas mantenidas para 2023 ya reconocen las señales de recuperación en el EBITDA de los primeros meses” de este año.
Por su parte, durante el mes de mayo la clasificadora Humphreys acordó modificar la clasificación de riesgo de las líneas de bonos de Cementos Bío Bío desde “Categoría A+” a “Categoría AA“ con tendencia estable. Y destacó “la importancia relativa que ha adquirido el segmento de cal en la generación de flujos, lo que se reconoce como positivo al ser una línea de negocio orientada a clientes con una demanda más estable y resistente a los ciclos económicos”.
“Una ralentización de la actividad económica global impacta negativamente en el desarrollo de proyectos mineros futuros, lo que reduce el potencial crecimiento en las ventas de cal, principal demandante de este producto. Sin embargo, se valora la capacidad que demostró la compañía durante el 2020 y 2021 para enfrentar los ciclos generados por la crisis sanitaria y el estallido social, al exhibir un incremento en la ganancia y el EBITDA en términos consolidados”, sostiene el informe.
Mientras que en lo que respecta a Cemento Polpaico, desde ICR comentaron que actualmente se encuentran analizando la clasificación, considerando la publicación de los estados financieros a marzo de 2023, y destacaron que en febrero de este año ratificaron la clasificación A+/estable de la compañía, donde además destacaron la alta eficiencia en costos de la compañía, con un buen nivel de apalancamiento operativo, un alto porcentaje de utilización de la capacidad instalada que le permite mantener volúmenes de producción estables en el tiempo, y una "buena diversificación de productos, con la mayor presencia en el mercado del cemento y hormigón".
Además, se consideró “un hecho relevante publicado por la CMF, en el que se informaba la suspensión temporal de los servicios de descarga de Clinker suscritos entre la compañía y Terminal de Mejillones, acción de clasificación que se respaldó en los mitigadores expuestos en ese contexto”, dijeron desde ICR Chile.
Y señalaron que “no esperaríamos que existan cambios en su clasificación en un horizonte de 12/18 meses, sin perjurio de que en próximas evaluaciones la situación pueda cambiar”.
Niveles de despacho y liquidez
Pese a lo anterior, las clasificadoras mantienen una mirada desfavorable respecto a las proyecciones para el sector en general, y ya proyectan que las dificultades se mantendrían durante este año, al menos para las cementeras.
De acuerdo a Makarenna Gálvez, directora asociada ICR Chile -y tomando en consideración cifras de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC)-, “las condiciones del mercado se han hecho más agresivas respecto al año anterior; esto, principalmente enfocándonos en los precios de los materiales e insumos”. Y menciona que pese al crecimiento anual de la inversión en construcción durante el año pasado, las perspectivas de corto y mediano plazo para la inversión en este sector “continúan situándose en terreno negativo”.
“Las altas tasas de interés debilitan en cierta medida las expectativas en los niveles de recuperación de la demanda inmobiliaria de viviendas nuevas, aun cuando existan otros mitigadores para acceder a la primera vivienda. Por consiguiente, estimamos que la tendencia decreciente en los despachos de cemento de los principales players de mercado podría extenderse”, manifiesta Gálvez.
En tanto, Patricio Del Basto, analista Senior de Humphreys, comenta que el negocio de cemento actualmente ha exhibido un mayor nivel de volatilidad “dado que los despachos han disminuido y los costos de insumos y financiamiento se han incrementado. Todo lo anterior se refleja en alzas que exhibe el coeficiente de variación de los indicadores de rentabilidad para los últimos cinco años en relación a los últimos tres años”.
Asimismo, apunta a la liquidez -la que califica como “el mayor riesgo que enfrenta el sector”- y dice que “exhibe cierta tendencia a la baja desde finales de 2020 / inicios de 2021 hasta la fecha”, lo que se ha visto reflejado en la reducción del nivel de efectivo, y del incremento del nivel de pasivos financieros corrientes de las constructoras y la industria cementera.
“Esperamos que el sector de construcción y, por tanto el segmento de Cementos, se mantenga desafiante en los próximos periodos. No obstante, se debiesen tender a dinamizar los despachos, en la medida que los indicadores macroeconómicos tiendan a estabilizarse”, sostiene el analista Senior de Humphreys.
Y agrega que “se debe tener en consideración que los participantes de la industria tienen experiencia en el sector y que en el pasado han sido capaces de enfrentar ciclos contractivos de similares magnitudes”.